¿Tiene sentido un sistema con reserva fraccionaria?
La reserva fraccionaria desde un punto de vista empresarial
Hola a todos!! Durante este mes de agosto pretendo escribir algún que otro artículo que me parezca interesante. En este caso, me gustaría hablar de la reserva fraccionaria, pero esta vez desde un punto de vista empresarial. Es decir, entender las implicaciones para un banco, y sus consumidores.
Para entender cual es el debate ante el que nos enfrentamos, en la “Escuela Austriaca de Economía” existe un debate de hace muchos años sobre la viabilidad de un sistema bancario con o sin reserva fraccionaria. Básicamente, el debate se encuentra en torno a si se debería exigir a los bancos guardar el 100% de los depósitos a la vista en caja.
Para entender este debate, debemos entender el funcionamiento del negocio bancario. Para entender este negocio, vamos a utilizar como ejemplo, el banco más grande del mundo, JP Morgan. JP Morgan reporta sus estados financieros en base a 4 segmentos, tal y como los agregan en la siguiente imagen.
En primer lugar, tenemos CCB (Consumer & Community Banking), cuyo segmento se dedica a conseguir ingresos de (i) Banca y Gestión Patrimonial, (ii) Préstamos para vivienda, (iii) servicios de tarjetas y automóviles. O tal y como ellos lo describen:
“Consumer & Community Banking offers products and services to consumers and small businesses through bank branches, ATMs, digital (including mobile and online) and telephone banking. CCB is organized into Banking & Wealth Management (including Consumer Banking, J.P. Morgan Wealth Management and Business Banking), Home Lending (including Home Lending Production, Home Lending Servicing and Real Estate Portfolios) and Card Services & Auto. Banking & Wealth Management offers deposit, investment and lending products, cash management, payments and services. Home Lending includes mortgage origination and servicing activities, as well as portfolios consisting of residential mortgages and home equity loans. Card Services issues credit cards and offers travel services. Auto originates and services auto loans and leases.” (JP Morgan, 10-K, 2023, page 68).
Banca y Gestión Patrimonial - Este segmento se dedica a la venta de productos financieros, y asesoramiento financiero. Básicamente cobran en forma de comisiones porcentuales en función del producto financiero comercializado. Por ejemplo, te venden el fondo ESG de JP Morgan, dónde tu inviertes 10.000€, de dónde el fondo cobra un 2% de comisión, y le da un porcentaje a JP Morgan por haber comercializado ese producto. Es decir, por haber sido el comercial.
Préstamos para Vivienda - Los Préstamos para Vivienda incluyen actividades de creación y servicio de hipotecas, así como carteras que consisten en hipotecas residenciales y préstamos con garantía hipotecaria. Es decir, en este segmento se dedican a prestar capital para las hipotecas (de donde cobran como beneficios los intereses netos), vender carteras de hipotecas (donde venden el activo financiero generado de esas hipotecas), y a hacer préstamos a personas que ponen como aval su vivienda.
Servicios de tarjetas y automóviles - Dónde por un lado se dedican a emitir tarjetas de crédito y débito (cobrando por cada gasto que realizas con tu tarjeta), y por otro lado se dedican a dar préstamos, alquileres, leasings, rentings, etc de automóviles.
Sin embargo, en este segmento de Consumer Banking, podemos simplificarlo en 2 tipos de negocios, (i) los que funcionan por comisión (cobran comisión en función del servicio), y (ii) en los que invierten/prestan dinero (cobran un interés en función del capital invertido).
En segundo lugar tendríamos el negocio de CIB (Corporate & Investment Banking).
“The Corporate & Investment Bank, which consists of Banking and Markets & Securities Services, offers a broad suite of investment banking, market-making, prime brokerage, lending, and treasury and securities products and services to a global client base of corporations, investors, financial institutions, merchants, government and municipal entities. Banking offers a full range of investment banking products and services in all major capital markets, including advising on corporate strategy and structure, capital-raising in equity and debt markets, as well as loan origination and syndication. Banking also includes Payments, which provides services, that enable clients to manage payments globally across liquidity and account solutions, commerce solutions, clearing, trade and working capital. Markets & Securities Services includes Markets, a global market-maker across products, including cash and derivative instruments, which also offers sophisticated risk management solutions, prime brokerage, clearing and research. Markets & Securities Services also includes Securities Services, a leading global custodian which provides custody, fund accounting and administration, and securities lending products principally for asset managers, insurance companies and public and private investment funds.” (JP Morgan, 10-K, 2023, page 72).
Banking - Banking se compone de (i) Banca de Inversión, (ii) Payments, y (iii) Lending. La Banca de Inversión agrega las comisiones derivadas por (i) Advisory, (ii) equity underwriting, y (iii) debt underwriting. Es decir, actividades de asesoría y análisis de equity y deuda, para la futura realización de capital raising, corporate, debt issuance, o demás tipos de transacciones, ya sea con equity o deuda. Payments es basicamente servicios de pago para que sus clientes puedan controlar su liquidez. Por último, Lending, que básicamente se dedica a invertir en aquellos clientes que han utilizado los servicios de Investment Banking pero que también les hace falta financiación.
Markets & Securities Services - En este segmento se dedican a ofrecer servicios necesarios (market-maker, brokerage, research, derivados, custodia o risk management solutions) para la inversión en fixed income, equities u otros activos financieros.
En tercer lugar, tenemos CB (Commercial Banking), este tercer segmento se dedica a ofrecer préstamos, servicios de payments, y finalmente servicios de banca de inversión para middle-market banking, corporate-client banking, y commercial real estate banking.
“Commercial Banking provides comprehensive financial solutions, including lending, payments, investment banking and asset management products across three primary client segments: Middle Market Banking, Corporate Client Banking and Commercial Real Estate Banking.” (JP Morgan, 10-K, 2023, page 78).
Para resumir un poco, se dedica a ofrecer los servicios de préstamos, payments, y banca de inversión para clientes un poco más grandes, que superen tamaño mid-market.
Por último, tenemos Asset & Wealth Management, dónde podemos encontrar 2 tipos de negocio, (i) Asset Management, dónde se encuentra todo el negocio relacionado con la gestión de capital (fondos de inversión), y (ii) Global Private Bank, dónde se dedican a hacer actividades de banca privada para clientes high net worth.
“Asset & Wealth Management, with client assets of $5.0 trillion, is a global leader in investment and wealth management. Asset Management Offers multi-asset investment management solutions across equities, fixed income, alternatives and money market funds to institutional and retail investors providing for a broad range of clients’ investment needs. Global Private Bank Provides retirement products and services, brokerage, custody, estate planning, lending, deposits and investment management to high net worth clients. The majority of AWM’s client assets are in actively managed portfolios.” (JP Morgan, 10-k, 2023, page 81).
Después de haber visto los diferentes segmentos de JP Morgan, podemos agrupar sus segmentos en 3 tipos, (i) creación de activos y pasivos financieros, (ii) asesoría, y (iii) gestión del capital. De dónde sus principales vías de ingresos son con (i) intereses netos en función del capital invertido, y (ii) comisiones cobradas en función del servicio ofrecido.
Volviendo al debate anterior sobre la reserva fraccionaria, tenemos que entender como funciona el negocio bancario de creación de activos y pasivos financieros. Principalmente, el negocio bancario del que se debate, es si debería permitirse una de las principales vías de financiación de los bancos, los depósitos a la vista.
El sistema de reserva fraccionaria, básicamente exige a las entidades bancarias a mantener un porcentaje del capital aportado en los depósitos a la vista en su tesorería. De esta forma, los bancos crean depósitos a la vista, en forma de pasivos financieros, dónde el cliente le presta su dinero a la entidad bancaria, a cambio de un interés. De esta forma, las entidades bancarias buscan proyectos financieros donde invertir el dinero que les ha sido prestado por sus clientes, y que les provean de retornos mayores al tipo de interés prometido a sus clientes. Es decir, si el tipo de interés de los depósitos del banco se encuentra en torno al ~3%, la entidad bancaria deberá buscar proyectos que provean de una rentabilidad mayor a ese 3%, para poner ese dinero a circular. La diferencia entre ese 3% de interés de los depósitos, y el objetivo de rentabilidad de los bancos, se denomina diferencial, y es el margen de beneficios de las entidades bancarias.
Tal y como aparece en la anterior imagen, este proceso bancario da lugar a la creación de dinero, dónde de un depósito de 1.000€ con una reserva del 10%, se prestan 900€, que pasan a convertirse en el deposito de otra persona, de la cual, su banco vuelve a prestar el 90%, y a quedarse como reserva 90€, por lo que se prestan otros 810€, y así sucesivamente. De manera que, con el primer depósito de 1.000€ se crearon 1.900€ (1.000€ + 900€), con el segundo 2.710€ (1.900€ + 810€), y así sucesivamente.
El problema, para los abogados de un coeficiente de reserva fraccionaria del 100%, es que el titular del primer depósito, y el resto de depositantes, son poseedores al mismo tiempo de las unidades creadas en depósitos. Es decir, aparecen en la cuenta corriente del primero los 1.000€ que ha depositado, pero en el segundo agente aparecen sus 900€. Es decir, el primer depositante, y el segundo tienen a la misma vez esos 900€ recién creados, y por lo tanto, existe un problema de doble disponibilidad.
Sin embargo, aquí de base, ya existe un problema teórico financiero por parte de los defensores de la reserva fraccionaria. Y no es que tengan a la vez los mismos 900€, sino que lo que aparece en la cuenta bancaria del primer depositante es un activo financiero por valor de 1.000€ (con el interés del banco), en el banco de este primer agente se han creado 3 anotaciones contables, la primera registra un pasivo financiero por valor de 1.000€ (registrado a depósito a la vista), la segunda anotación contable es la referente al registro de 100€ en tesorería, y la tercera anotación contable es la creación de un activo financiero por valor de 900€ como el préstamo al segundo agente, para después crearse otra vez las mismas anotaciones contables con el segundo depositante y su respectivo banco, pero con una diferencia, mientras que el primer depositante poseía un patrimonio neto (diferencia entre el pasivo y el activo) de los 1.000€ que depositaba, el segundo depositante posee un patrimonio de 0€ (ya que pide prestado 900€ al Banco A, y que los vuelve a prestar al Banco B). Por lo tanto tendríamos:
Primer depositante - Activo = 1.000€ / Pasivo = 0€ / Patrimonio Neto = 1.000€.
Banco A - Activo = 1.000€ (Caja 100€ / Préstamo 900€) / Pasivo 1.000€ (1.000€ depósito a la vista) / Patrimonio Neto = 0€
Segundo depositante - Activo = 900€ (depósito) / Pasivo = 900€ (préstamo) / Patrimonio Neto = 0€.
Banco B - Activo 900€ (Caja 90€ / Préstamo 810€) / Pasivo 900€ / Patrimonio Neto 0€.
Por lo que, debemos aprender a diferenciar entre patrimonio neto, y activos/pasivos en circulación. El problema no es que se haya prestado ese dinero, sino a que proyecto empresarial se ha prestado. Cómo podemos ver en la siguiente imagen, JP Morgan posee $2.4T en depósitos, pero en su contraparte, posee $2.2T en activo corriente, que podrían liquidar en menos de 1 año, y devolverían sin problemas el 92% de los depósitos que tienen.
Ahora bien, tenemos que entender donde está el verdadero problema. El verdadero problema es un problema de previsión y duración. Si el primer depositante su objetivo es tener ese depósito durante 4 años, y al 4 año sacar su dinero, la entidad bancaria tiene que invertir el dinero en un activo que le devuelva ese capital en menos de 4 años, para que esté disponible para el depositante cuando el quiera sacarlo. Si esto no se produce, el banco se enfrentaría a rumores de imposibilidad de devolución, que generarían posteriores corridas bancarias.
Por lo que, el principal negocio bancario es generar confianza, y que la duración (tiempo que tardan en recuperar el capital invertido en función de los flujos de caja que generan esos activos) de sus activos sea menor que el de los pasivos.
En finanzas, este concepto de duración, se llama Duración de Macaulay, y se calcula de la siguiente forma. Este concepto se ha utilizado históricamente para el cálculo de la viabilidad de la deuda (principalmente bonos). Y es que “la compra de un bono proporciona distintos flujos de caja (cobros) a lo largo de la vida del título antes de ser amortizado. Para determinar la "duración" es necesario calcular el tiempo que transcurre hasta el pago de cada uno de los flujos de caja derivados de la compra del bono, ponderado por el valor presente del flujo conformado por el pago de cada cupón, ya que de acuerdo al tiempo en que sea pagado va a tener un tamaño diferente en el bono.”
Lo más interesante dentro de este paradigma, es que la duración de los depósitos se vuelve inversamente proporional al interés que estos pagan, y por lo tanto, cuanto mayor es la duración de un depósito, más frágil se vuelve ante cambios en el entorno competitivo bancario.
Esto quiere decir, que en un entorno competitivo completamente libre donde coexistieran la reserva fraccionaria y el coeficiente del 100%, la entidad bancaria que más atraería a la demanda, sería aquella que ofrece un tipo de interés mayor. Sin embargo, ofrecer un tipo de interés mayor a la competencia (lo cual atraería a la demanda), incrementaría el riesgo de ese depósito porque dificultaría la capacidad de obtener esa rentabilidad, y por lo tanto, la posibilidad de obtener un diferencial positivo, pero por otro lado, incrementaría la duración del pasivo, ya que haría menos probable que el depositante moviese ese depósito (si os ofrecieran un depósito con mayor rentabilidad que la tasa de interés media del mercado ¿sacaríais vuestro dinero de ese depósito? - siempre y cuando el riesgo fuese el mismo).
Sin embargo, por esta razón, y hacia donde está yendo cada vez la industria es a generar un negocio bancario basado cada vez menos en intereses, y cada vez más en comisiones, así sus clientes lo que buscan es valor añadido, y no ingresos por intereses. Tal y como se ve en la siguiente imagen, de los principales bancos estadounidenses en el 1Q22.
Esta tendencia ha sido principalmente incentivada en primer lugar por los fondos monetarios, con los cuales no pueden competir los bancos, y en segundo lugar por los tipos de interés.
Pero, esto ¿quiere decir que el negocio bancario va a dejar de consistir en transformar plazos? En mi opinión, es bastante improbable que los bancos dejen de utilizar esa fuente de financiación, que además es de las más baratas, porque además cuanto más evoluciona su negocio, más sinergias crea.
Por ejemplo, cuando hay un cliente grande, pongamos Amazon quiere emitir deuda en el mercado de capitales, probablemente le salga más barato ir a JP Morgan, y que ellos le financien el 10-20% de la deuda, y el resto sea emitido a mercado. Así, JP Morgan puede reducir con las comisiones por sus servicios de advisory la duración del activo, y además, a Amazon la financiación le salga más barata porque el coste de la deuda proviene de los depósitos, los cuales generalmente son más baratos que por ejemplo un inversor institucional.
Por lo tanto, al eliminar el negocio bancario de la transformación de plazos, probablemente, lo que nos encontremos sean unos servicios bancarios mucho más costosos e ineficientes, ya que eliminarían una de las vías más baratas de financiación.
Y por último, exigir el 100% de coeficiente de reserva limitaría la velocidad y simplicidad de los pagos, a la vez que expandiría sus costes.
La mayoría de pagos a día de hoy se realizan con activos financieros, y no con base monetaria. Es decir, cuando voy al supermercado y hago una compra con valor de 100€ con la tarjeta del banco, no estoy dándole al supermercado un pago de 100€ instantáneo, sino que las tarjetas registran una deuda a nombre de mi banco (depósito) para el supermercado, después de verificar que mi banco me debe esos 100€ por mi depósito, para finalmente ser mi banco el que liquide esa deuda. Es decir, como mi banco me debe por mi depósito 100€, yo le pago al supermercado con la deuda que tengo de mi banco, no con dinero en efectivo.
Sin embargo, si quisiéramos exigir un 100% de reserva fraccionaria no podríamos realizar este tipo de pagos, ya que no existirían activos financieros de este tipo, y no podríamos pagar con esos activos financieros. Este problema, de hecho, se agravaría cuanto más grande fuera una transacción, por ejemplo, si quisiéramos comprar una casa, tendríamos que llevar el efectivo correspondiente para la compra de esa vivienda a mano, lo cual, además de ser más costoso, es más arriesgado, y posee menos seguridad, que realizar el pago con una transferencia o una tarjeta de crédito.
En conclusión, el negocio bancario necesita de la transformación de plazos, tanto desde un punto de vista empresarial para añadir más valor al cliente, como desde el punto de vista clientelar para recibir unos servicios mucho más eficientes.
Muchas gracias a todos!
Pedro Gutiérrez